¿Existe el capitalismo en 2020?

"Enriquecerse es glorioso"
Deng Xiaoping, 1992, 
Presidente de la Comisión Militar Central de la República Popular China.

El Gobierno chino relajará la política de hijo único y abolirá los campos  de trabajo

Muchos consideran al capitalismo como algo maligno. Es una desgracia, que muchas personas tengan una idea tan sumamente ingenua y tan decididamente simplista del sistema económico-social en el que vivimos, que les haga equivocarse al interpretar dónde están los problemas auténticos y los enemigos reales. Las ideas son maravillosas, pero si no se contrastan con los hechos, tan solo son un engaño. ¿Realmente puede decirse que existe el capitalismo hoy en dia?

Desde luego, "capitalismono es un ya una palabra científica, que designe un sistema económico-social. Es una palabra, que simboliza demasiadas cosas, pero significa ya muy pocas, y si no veamos.

El término "capitalismo" fue utilizado por primera vez en 1850 por el socialista Luis Blanc, pero casi todos los autores de la economía clásica han hablado de "capital" como calificativo de la sociedad o de la economía, más que como nombre propio. 

El capitalismo procede de la visión propia de la economía clásica, por tanto, su perspectiva lo mide todo desde la producción y desde el valor, en vez de por el consumo y por la marginalidad, como ocurre en la economía neoclásica, precursora de la actual econometría. Por eso, "capitalismo" es más un sistema social, que económico, y por supuesto, jamás ha sido un sistema político. Un sistema de relaciones sociales, de interacciones de valor.

Sus principales características serían (y aquí tampoco hay un consenso absoluto):
  1. Propiedad privada: (tierras, ahorros, bienes) a diferencia de la propiedad feudal
  2. Comercio libre: (libertad de contratación e intercambio, sistema de precios) a diferencia del comercio condicionado feudal
  3. Clases sociales: (renta, trabajo, capital) en vez de los estamentos feudales
  4. Capital: (propiedad privada de los medios de producción conseguida mediante la inversión en tecnología y mano de obra, sostenida mediante el beneficio) en vez de un sistema hereditario de propiedad y privilegios
  5. Dinero: (capital financiero o interés como depósito de valor, unidad de cuenta y de cambio), en el feudalismo los impuestos y contribuciones a los señores feudales se pagaban en especies y trabajo, había poca circulación de dinero
Lo más interesante, es que varias de estas características, no son privativas del capitalismo. Quizás la única esencial es el capital, pero también hay que añadir, que sin dinero como instrumento financiero y sin un mercado, es difícil -aunque no imposible- la realización del capital. El objetivo del capital es su crecimiento perpetuo. 

Tanto el dinero como la propiedad de cualquier activo, pueden convertirse en capital si se invierten en una empresa con el objetivo de generar más capital, es decir, de obtener una rentabilidad a cambio de un riesgo económico.

La esencia del capitalismo industrial es el crecimiento económico, el desarrollo tecnológico y la innovación, junto al emprendimiento. A nivel político va unido al ascenso revolucionario de la burguesía y de la institución de regímenes liberales de formalidad democrática. Sin embargo, pocos reconocen que las luchas sociales, con especial énfasis en las luchas obreras, han conseguido, que el capitalismo sea capaz de convertir la rentabilidad en prosperidad social, distribuyendo la riqueza de mayor manera, que en los regímenes socialistas-comunistas.

El capitalismo es también un producto de la clase obrera. Y de las luchas sociales y de las minorías. El capitalismo es extremadamente flexible y capaz de convertir conflictos en cambios productivos y de valorización, atendiendo a las necesidades sociales, que son su mercado real. Esto es algo que Marx no pudo ni imaginar. Que la llamada lucha de clases pudiera alcanzar un equilibrio en el interior del capitalismo, cambiando el conflicto por prosperidad, es algo que sin duda, Marx no habría visto con mal ojo. Tampoco pudo ni atisbar, que la clase intelectual tuviera acceso a las acciones o opciones sobre acciones de las empresas, y por tanto, a la propiedad de los medios de producción, sin una revolución.

La clase obrera ha tenido su mayor época de prosperidad en los países occidentales, desde la posguerra hasta al menos el desenganche de dólar del Patrón-Oro con Nixon, que es donde empieza la época de desregulación financiera, así como el declive energético de los combustibles fósiles. Los países socialistas-comunistas jamás han creado prosperidad para la clase obrera o sectores desfavorecidos, sino más bien al contrario, han provocado el hambre, la miseria y el exterminio, mientras el excedente del valor social ha ido a parar a las élites del monopolio gobernante y la clientela suficiente para dotarse de un apoyo social.

A pesar de las creencias generalizadas por keynesianos y socialistas, en un inminente hundimiento del sistema, el capitalismo productivo es capaz de adaptarse y valorizarse igualmente en una economía verde. Incluso un capitalismo del decrecimiento es también posible. Hoy se habla (cfr. Davos Manifesto 2020de un stakeholders capitalism (vs shareholder capitalism), responsable socialmente, con objetivo no solo de valorizar el capital sino a la sociedad. Pero nada de esto es posible con un capital financiero, que nos condena a la deflación permanente, pero que también corre el riesgo de convertirse en una hiperinflación galopanteLo que es imposible es un capitalismo sin capital. Y eso es lo que tenemos hoy, y no tiene nada que ver con las falsas contradicciones internas del capitalismo, que lo harían autodestruirse. El capitalismo está basado en relaciones sociales mercantiles, en la interacción y por tanto en la negociación, en la cooperación, en la resolución del conflicto. El desorden social solo reduce los beneficios, con lo que el capitalismo tiende a superarlo. Está en su ADN. No por casualidad los chinos comunistas se han convertido en los mejores capitalistas. 

Insistimos. El problema del capitalismo actual es su financiarización. El capital financiero lo ha engullido todo. La economía real, la sociedad y los gobiernos, todo se ha subsumido al poder financiero. El capital financiero ha abolido las leyes del capitalismo, no el socialismo, ni el ecologismo, ni nada parecido. Ya podemos hacer un sistema económico sostenible energéticamente y responsable socialmente, que si el propietario de esas empresas sigue siendo el capital financiero, la actual estructura desproporcionadamente desigual, continuará.  

Veamos cómo se han transformado las instituciones propias del capitalismo.
  1. Propiedad privada: todas las clases sociales tienen algún tipo de propiedad sea un piso o la misma pensión que no deja de ser un ahorro a título personal del que legalmente nadie puede ser desposeído. También hay otros tipos de propiedad como la propiedad compartida o la propiedad común.
  2. Comercio libre: el comercio es formalmente libre, pero todos sabemos que a pesar de las leyes, existen monopolios y oligopolios, y que el estado interviene en la economía y planifica ciertos aspectos.
  3. Clases sociales: la clases sociales actualmente se han vuelto estamentos. El ascensor social, que había funcionado durante algunas décadas se ha parado.  La prosperidad está en declive.
  4. Capital: hoy en día es puramente artificial. A pesar del maquillaje macro estadístico, el PIB hace décadas que desciende, y el crecimiento de la economía global, se consigue a través del endeudamiento soberano y de la expansión cuantitativa.
  5. Dinero: el dinero fiat en su expansión cuantitativa constante, con sus intereses negativos, significa, que su precio es menor que cero, que no vale nada.
Tenemos un ejemplo paradigmático como Hertz en EEUU, una empresa en quiebra, que sigue subiendo en bolsa gracias a la financiación ilimitada por parte de la FED. Una empresa sin patrimonio real y con valor tangible negativo. Aunque estas empresas zombie vendieran sus activos, no pagarian su deuda. Solo sobreviven a base de préstamos y consiguen un mayor rendimiento, que las empresas que no tienen financiación, y que ahora se están hundiendo con la pandemia. Muchas empresas del índice S&P están en la misma situación, no tienen ingresos destacables, tienen un alto nivel de deuda, pero sus acciones son artificialmente valorizadas por los sistemas de trading automático de alta frecuencia. Esto por no hablar del aumento exponencial de la autocartera por parte de las mayores empresas cotizadas. Así que el llamado Efecto Cantillon, que habla de la no neutralidad del dinero, hace que la expansión cuantitativa monetaria, nunca llegue a la sociedad, y se quede solo en llamado "capitalismo de amiguetes" o "clientelista" (crony capitalism), casi sin diferencias de un régimen como Venezuela o Cuba.

Es difícil aceptar la existencia de un capitalismo, cuando el capital no se revaloriza, sino que se desvaloriza constantemente. Si el dinero no vale nada (el precio del dinero es negativo), no hay rentabilidad real del capital. Con lo cual estamos en un sistema financiarizado, que se parece más al feudalismo, que al capitalismo industrial. Hay unas élites plutocráticas, que poseen los medios de creación del dinero y que lo pueden comprar todo, desde empresas productivas hasta gobiernos. El resto de la población productiva o improductiva, se parece más a los siervos de la gleba, que trabajan y pagan sus tributos a los señores feudales, para mal vivir, ante una perspectiva mundial de prosperidad menguante.

Existe una gran diferencia entre capital industrial o productivo y la banca, o lo que llegaría a ser el capitalismo financiero. Evolucionaron en paralelo, pero el capital busca el préstamo para emprender empresas de gran tamaño o para momentos de dificultad. La banca cada vez más se convierte en la reserva de las ganancias del capital a cambio de un interés, pero la banca pronto legaliza el sistema de la reserva fraccionaria, que viene a ser como un fraude tipo Ponzi. Esto le permite crear dinero inexistente cuando presta dinero, que no tiene, pero que espera no tener que devolver en su totalidad nunca. En ningún momento estamos criticando la función bancaria o del crédito, tan necesaria para el progreso, pero esto no tiene nada que ver con el monstruo depredador de riqueza ajena, que hemos creado. No hemos podido regular el capital ni demasiado, ni durante mucho tiempo.

El capitalismo financiero es lo contrario del capitalismo productivo, es la aversión al riesgo, a la competencia, a la innovación, al emprendimiento. Mientras el capital productivo es propietario de los medios de producción de mercancías y servicios el capital financiero es el propietario de los medios de producción del dinero como mercancía. Mientras el capital productivo es creador de valor, el capital financiero es destructor de valor. Los que regulan la cantidad de dinero en circulación y el precio del dinero, tienen un inmenso poder. El capital financiero, en concreto los bancos alemanes, financiaron la revolución soviética de Lenin. También los banqueros de Wall Street financiaron a Trotsky para reforzar la revolución rusa. El capital financiero solo quiere control sobre el dinero y la deuda, y el que haya regímenes de izquierdas o derechas es secundario: "dadme el control de la moneda de un país y no me importará quién hace las leyes", dijo ya en el siglo XIX el banquero Mayer Amschel Rothschild.

El capitalismo financiero se parece mucho al comunismo de los países socialistas, donde se fijan por decreto los precios de las mercancías, aquí se fija el precio del dinero y quien son los privilegiados a los que se puede prestar ese dinero. En el socialismo hay una doble economía: la escasez para el pueblo y la abundancia para las élites. Lo mismo pasa en el capital financiero donde la expansión monetaria solo beneficia a unas élites.El capitalismo financiero premia a las empresas depredadoras, improductivas e insolventes, y castiga a las que crean valor y producto. Destruye toda competencia. La destrucción creativa de Schumpeter ha muerto.

Por tener un orden de magnitud, la estimación más alta del valor de derivados financieros sería 1.000 billones (serie larga en español, quatrillion en escala corta anglosajona), mientras toda la riqueza mundial serían tan solo 360 billones. La deuda total mundial estaría en 253 billones y el total del valor de todo tipo de dinero en el mundo, actualmente en circulación, apenas llega a los 100 billones. El capital financiero es una arma de destrucción masiva, que puede comprar toda la riqueza mundial varias veces. Nunca en la historia hemos tenido un desarrollo comparable.

La desmaterialización de la economía y el globalismo, son también componentes del totalitarismo financieroQuizás el problema no sea el capitalismo en sí mismo, como muchos quieren ver, sino lo que podemos llamar el feudalismo financiero o neofeudalismo, que gestiona no sólo las noticias para manipular a la opinión pública, sino que sustituye el pensamiento de la ciudadanía (ver mi post El problema no son las fake news es el Fake Thinking), y además compra políticos, gobiernos, empresas y hasta movimientos sociales.
Cómo impone su agenda globalista el totalitarismo financiero
Cómo impone su agenda globalista el totalitarismo financiero

El totalitarismo financiero tiene su propia agenda ideológica y de ingeniería social, la llamada agenda globalista, con la que se relacionan nombres como Soros, Gates, Buffett, Rothschild, Rockefeller, que impone la destabilization en muchos países. Antes lo hacían los servicios secretos, hoy en día, lo hace directamente el capital financiero, con su capacidad de crear dinero de la nada y comprarlo todo. Esta estrategia pretende supuestamente debilitar o corromper la poca soberanía política, que retienen algunos países -ya casi todos enormemente endeudados y por tanto, nada soberanos monetariamente-, provocando desórdenes sociales y  la manipulación y la corrupción política. De esta manera, quieren ser capaces de imponer una gobernanza mundial, que perpetuara su dominio total sobre la población, para reducirla y someterla, a cambio de subvencionarla y convertir sus ideales políticos en productos de consumo de ingeniería social. 

El totalitarismo financiero feudal si que puede colapsar, pero eso ya tiene poco que ver con el capitalismo.

La única alternativa, no es la vuelta al pasado, como profesan los mayores opositores conservadores a la agenda globalista, como es el intento de restablecer la soberanía monetaria nacional y de vuelta al Patrón-Oro, así como a los obsoletos Estados Nacionales. El mundo es un ecosistema único, que necesita soluciones locales y globales, trasnacionales. Se necesita una gobernanza social diferente, sostenible, donde el concepto de Estado y de la política, deben cambiar radicalmente, para hacer frente a los retos del presente. La nostalgia no es una estrategia.
 
La única alternativa a este totalitarismo financiero es la autodeterminación monetaria social a través de un monetarismo colaborativo, propiciado por el uso de tecnologías basadas en blockchain, que pueden valorizar la interacción social de un manera diferente a la actual, sostenible, segura y equilibrada. La vitalidad del bitcoin (capitalización de 168.898.725.528 USD) sigue siendo el mejor ejemplo de que otra economía es posible. Sin sistemas centralizados corruptibles, que dan falsas garantías de juego limpio, cada vez más gente que no se fía del dólar como moneda de reserva, invierte en bitcoins. La matemática de la blockchain, o el fantasma de Satoshi, resolvió el problema clásico de los generales bizantinos, muy estudiado en la informática de sistemas distribuidos, creando un hito en la historia de la humanidad. Tenemos un sistema matemático capaz de crear confianza entre actores no confiables. Un sistema a prueba de corruptos traidores. Y esto lo cambia todo. Cambia la idea del intercambio de valor a nivel social (cfr. El monetarismo colaborativo y el futuro del dinero. El libro del Capital Inteligente.) y nos abre inmensas posibilidades, tan necesarias en la época de la automatización de la producción por la inteligencia artificial.

Esto es un tarea del capital intelectual, una micro-clase social que colabora con el capital productivo y financiero, pero que tiene otros valores, y que debe encontrar la manera de disociarse de un poder, que absorbe su valor por encima de su contribución. Es el momento de construir algo nuevo, frente a los que solo quieren destruir lo existente, sin saber para qué, o contra los que quieren reconstruir las ruinas inservibles del pasado.

¡Expansión cuantitativa para todos!


Comentarios

  1. Enhorabuena, pocas veces he leído un artículo que van tan contracorriente,pero coincido. Es asi, el capitalismo no es la bestia negra que parece, todos los sistemas económicos son criticables y tienen cosas nefastas, pero también se pueden mejorar. Me gusta la idea del capitalismo social o stakeholder capitalism.

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    1. Gracias. Desde luego es necesario democratizar al capitalismo

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