Las 10 competencias clave para el éxito El pensamiento crítico transformador te permite tomar las decisiones óptimas

 ¨No somos producto de nuestras circunstancias, somos producto de nuestras decisiones¨, Steven Covey.

Facebook entrevistó en 2009 a Brian Acton y Jan Koum para reclutarlos pero el proceso de selección no prosperó. Pocos años después, Facebook pagó más de 17.000 millones de euros por WhatsApp, la empresa que habían fundado Acton y Koum tras ser rechazados.

Todos los días tomamos decisiones. Buenas y malas. A veces, sin darnos cuenta. Si no las tomamos nosotros, otros las tomarán por nosotros y nos condicionarán o, incluso peor, nos perjudicarán. A pesar de la importancia radical de tomar buenas decisiones, pocos disponen de un método propio que les permita aprender de las malas decisiones, con lo que los efectos adversos siguen ocurriendo sin que uno entienda el porqué, lo cual tiene un efecto emocional devastador.

No podemos tomar buenas decisiones, tan solo decisiones óptimas. Sabemos si una decisión es mala o buena según el resultado. Antes solo podemos tomar decisiones óptimas. Estas son las que tienen mayor probabilidad de éxito según los datos del contexto de la decisión. Las buenas decisiones nos acercan a la felicidad y al éxito. Tener un método propio para decidir tiene un ratio de éxito mayor que ser una persona inteligente.

La ventaja de tener un sistema propio es doble, especialmente cuando las decisiones no tienen el resultado esperado: 1) nos permite refinar el método para que sea cada vez más efectivo y aprender de nuestros errores; 2) nos permite encajar mejor el revés emocional y ser más resilientes porqué lo hemos decidido nosotros. Entonces, ¿cómo podemos tomar decisiones óptimas? La respuesta es sencilla: con el pensamiento crítico. El pensamiento crítico es la facultad humana que nos permite reducir la incertidumbre en nuestras vidas mediante la toma de decisiones basada en el razonamiento lógico. Nos permite anticipar los problemas y construir soluciones para cuando estos ocurran.

Existen diversos sistemas de pensamiento crítico. Nosotros en nuestro libro  de LID Editorial (ver en Amazon), hemos propuesto un sistema holístico basado en los mejores métodos de la filosofía y de la ciencia al que llamamos pensamiento crítico transformador o sistema de las 10 fuerzas. Cada método lo llamamos fuerza por qué hay que ejercer una voluntad determinada para oponerse a las contrafuerzas que quieren condenarnos a una zona de confort, que puede llegar a ser nuestra tumba emocional, en la que otros toman decisiones por nosotros.

Las 10 fuerzas del pensamiento crítico, a través del conocimiento y el entrenamiento oportunos, se convierten en las habilidades clave para tomar las decisiones óptimas que nos acercarán al éxito.

Una manera didáctica de conocer estas habilidades es reconocerlas en algunas profesiones arquetípicas, personalizadas con perfiles genéricos, neutros, por tanto, no suponen ninguna discriminación de género aunque gramaticalmente estén en masculino.

  1. El reflexionar es la habilidad del sabio gurú, del que ha hecho su balance personal, del que ha aceptado su carrera y su camino vital y conoce sus fortalezas y debilidades respecto a lo que quiere hacer. Es la habilidad de la introspección. Este es siempre el punto de partida. ¿Si no sabemos quienes somos, entonces para quién estamos decidiendo?
  2. El emprender es la habilidad del coach que es capaz de ayudar a conseguir tus objetivos y de ayudarte a superar tus bloqueos. Debemos ser nuestro propio coach. Esta habilidad nos permite definir el punto de llegada y el plan para alcanzarlo. Es el desarrollo de la voluntad de hacer cosas, de emprender. Para ello es fundamental saber cuál es nuestro objetivo. ¿Si no sabemos a dónde vamos, para qué decidimos?
  3. El dudar es la habilidad de la sospecha permanente, pero no obsesiva. Como un detective que intenta ver más allá de las apariencias, si las coartadas de los sospechosos son válidas o no. Supone investigar y preguntar. Presupone tener ese olfato de sabueso para detectar los engaños y las debilidades de lo que nos dicen. Si no dudamos, vivimos en la zona de confort que otros han creado para nosotros, precisamente para que no tengamos que pensar, ni decidir. ¿Si no dudamos, quien ha decidido por nosotros?
  4. El criticar es la habilidad de construir una serie de argumentos críticos después de dudar, de realizar una minuciosa investigación. Un discurso crítico debe estar preparado para convencer a otros. Es difícil criticar a un escritor consagrado pero la crítica no es algo moral, sino racional, por lo que todo tiene calidades que se pueden reflejar en la crítica. Esto está muy bien hecho y esto no están tan bien realizado, por tales o cuales razones. Si no somos capaces de sistematizar una crítica con argumentos rigurosos, lo que dudamos no tiene ningún valor. ¿Si no sabemos criticar, podemos estar seguros de que nosotros somos capaces de decidir?
  5. El dialogar es la habilidad del fiscal. Aunque resulte extraño dialogar es inquirir, es intercambiar información, es cuestionar, en su doble sentido de preguntar y poner en duda el discurso del otro. Para dialogar con resultados hay que realizar las preguntas correctas y hasta la más capciosas. También es la capacidad de interactuar con los testigos, los abogados y el juez. Saber preguntar es la clave para poder obtener respuestas útiles. La crítica nos permite dialogar con otros mediante argumentos y contraargumentos para ver cuales son los más sólidos. ¿Cómo podemos decidir, si no somos capaces de convencer a nadie?
  6. El razonar es el núcleo del pensamiento crítico, es la lógica formal. Nadie mejor que un analista para entender el trabajo de convertir una maraña de datos en razonamientos elaborados y bien construidos, listos para poder tomar decisiones con ellos. Análisis sobre amenazas y riesgos vitales sobre los que no podemos permitirnos ni autoengañarnos, ni que otros nos engañen a través de datos o razonamiento falsos. El analista mantiene el máximo espíritu científico en un ámbito de gran incertidumbre y de difícil consecución de pruebas definitivas. ¿Cómo tomar decisiones óptimas si no nos damos cuenta que nos engañamos a nosotros mismos?
  7. El comprender es la habilidad del traductor de idiomas o incluso del intérprete. Para traducir hay que entender el significado de un discurso, no solo si su forma es correcta o no como sucede con la lógica. Comprender es traducir de lenguaje objeto a un metalenguaje que está en conexión con nuestras creencias y conocimientos, por lo cual, nos permite sacar unas conclusiones nuevas que complementan los razonamientos. Si el razonamiento son las luces cortas la comprensión son las luces largas que nos permiten ver las consecuencias. ¿Si no comprendemos las consecuencias últimas, cómo podemos tomar decisiones óptimas?
  8. El sentir es la habilidad del juez. Recordemos que sentir tiene que ver con la ética, con el propósito y, por tanto, con el ser feliz. Un juez debe juzgar, debe realizar juicios sobre hechos probados para decidir si está bien o está mal. Las decisiones no se toman en abstracto, se toma para uno mismo y, por tanto, con los valores e intenciones que uno tiene o debe tener. ¿Cómo podemos saber que una decisión no nos perjudicará si no nos sentimos implicados en ella?
  9. El innovar es la habilidad del diseñador de productos, en definitiva, del diseñador de soluciones. Es la habilidad del inventor y la del creador. Es crucial saber pensar y crear alternativas para la toma de decisiones óptima. Si nos conformamos con las alternativas existentes es más probable que tomemos una mala decisión. La creatividad nos ayuda a minimizar el riesgo. Innovar nos desplaza a escenarios nuevos más favorables porqué los hemos creado nosotros. ¿Si no generamos alternativas, cómo estar seguros que alguien no quiere condicionar nuestra decisión?
  10. El actuar es la habilidad del gobernante. El gobernante no solo es el político, es cualquier rol en el que uno tiene la responsabilidad y el deber de tomar decisiones. Puede ser un director general o un entrenador de fútbol. Nosotros somos nuestros propios directores generales, somos responsables de nuestra gobernanza. Esta habilidad subsume a las demás y culmina el proceso previo a la toma de decisiones. Se necesita una templanza y una sabiduría especial para decidir y siempre es imprescindible tomar perspectiva, ser responsable, comprender las cosas, razonar con finura y utilizar las herramientas que nos da el cálculo de probabilidades para afinar las opciones que disponemos después de haber generado las nuestras. Actuar es la culminación de nuestro proceso de emprendimiento, en el sentido más general de hacer cosas, de vivir. ¿Cómo actuar si no decidimos y que pasa si actuamos sin decidir?

Desde los inicios de nuestra especie humana, decidimos para sobrevivir y lo hacemos con el pensamiento crítico capaz de adelantarse a las situaciones difíciles.

Ahora ya conoces las 10 habilidades clave para la toma de decisiones óptima que te acercarán al éxito y a la felicidad. El pensamiento crítico transformador ha ayudado a mucha gente a conseguir sus sueños.

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