10 errores de película en la transformación digital

Existe algo así como un roadmap de los errores, que todas las empresas tradicionales realizan en el proceso hacia la transformación digital. Las más valientes, realizan una spin off de alguna unidad de negocio o se introducen en el ecosistema emprendedor,  o como mínimo, trabajan palancas de innovación. Y si no, compran empresas. Pero lo habitual, es la hard way de la gestión del cambio, para lo que se contratan a expertos profesionales digitales, pero ello no es suficiente. Lo sabemos.
Gestiones, las hemos visto de todos los colores,  pero sobre todo, de color gris. Y es que son muchas las resistencias al cambio. Y no sólo desde abajo, sino también desde arriba.  A veces, hay el mandato de meterse en el tema, porqué todo el mundo lo hace, pero al final, el desafío es tan mayúsculo, que se acaba por mantener la digitalización como un mero pesebre viviente. La cuestión es, que la trasformación va tomando velocidad y arrasa con todo, por donde menos te lo esperas. En cualquier caso, lo que si es cierto, es que una empresa digital no puede funcionar con estructuras pesadas y burocráticas. Y eso implica cambios de cultura y organización enormes. Imposibles, muchas veces. Hasta el punto, que a veces sólo puede decirse de ellos, que murieron con las botas puestas. Este fue el caso de la célebre compañía de taxis Yellow Cab, que todos hemos visto en New York o en muchas películas, asfixiada por el empuje de Uber.

La transformación digital, no es un nuevo departamento, no es una patena de cultura geek en la empresa: es pura destrucción de los viejos negocios. Pero destrucción creativa. Los emprendedores son depredadores de mercados con modelos de negocio con fecha de caducidad. Ya lo explicó Christensen en su libro The Innovator's Dilemma: When New Technologies Cause Great Firms to Fail, intentando advertir a la empresa tradicional. Véase el ejemplo de la prensa escrita. Buzzfeed.com contra enormes dinosaurios, que intentan evitar una muerte segura a base de recortes empresariales y de imitar erróneamente a los medios digitales. No es posible competir digitalmente con una cultura tradicional, con organizaciones jerárquicas, y no es posible ganar dinero como antes. No se puede imitar o tener, hay que ser. Si quieres, no ya liderar, sino sobrevivir en la jungla digital -a largo plazo-, debes cumplir a rajatabla los siguientes principios:
  • Tienes que ser el dueño de tu tecnología y de tu operación. Puedes ser un excelente operador de la tecnología de otros, de conceptos de producto ajenos, pero te barrerán tarde o temprano.
  • Sólo con metodologías ágiles podrás competir. Los equipos planos, funcionando en constante iteración y mejora constante, consiguen competir en un mercado salvaje. La competencia interna, como juego deportivo, es muy aconsejable.
  • Sólo puedes funcionar como una start up. Se necesita espíritu emprendedor. Intraemprendedores, que puedan manejar estructuras de costes extremadamente livianas. Proyectos dirigidos por los datos. Lean start up. 
  • Debes ser muy consciente, que el mercado no sólo se rige por la innovación, si no que el mercado se crea en virtud de la innovación disruptiva. La valorización se desarrolla a la velocidad de la luz. Solo la novedad constante permite, la satisfacción de los nuevos clientes tecnificados. Liderar o incluso monopolizar un mercado, es la mayor oportunidad de negocio.
  • El entorno de la empresa debe ser completamente dinámico. Lo de hoy no vale mañana. Siempre hay que estar atento, midiendo, comprendiendo y proponiendo. Organigramas de plastilina.
  • La escala digital es la redNi local, ni global, ni ambos. Un segmento de red amplio o de mucho valor, es necesario para crear valor, pero debe corresponder a una segmentación con sentido, interna a la propia red, no con un país o con una región.
  • Practica el Inbound marketing. Consigue que tus clientes pidan tu producto, creando un ecosistema de contenidos y de interacción positiva.
A pesar de existir muchos recetarios y que las grandes consultoras tienen buenas metodologías para desarrollar la digitalización, salvo honrosas excepciones, los decision-makers, la seguirán pifiando hasta que los millenials llenen todos los puestos de trabajo relevantes. Los que consiguieron el éxito en el pasado en las empresas tradicionales, no son los que lo conseguirán en el futuro, pero si cooperaran con los nuevos exponentes, antes se lograría.
 "No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer", Steve Jobs.
Los errores de película de la digitalización, vistos a través de títulos del mejor cine, son los siguientes:


1. "La gran ilusión ", (1937). Idealización. La primera fase es como, "por fin ya estamos, mañana seremos Google". Difícil de evitar, pero hay que establecer las expectativas con realismo. Contratar a un equipo de especialistas y no dejarles hacer nada, no sirve de mucho.



2. "Siempre a tu lado, Hachiko", (2009). El acompañamiento que ahoga. Si no dejas volar a los sabios de la digitalización, esta nunca tomará vuelo. La autonomía en todos los aspectos de negocio y producto, es fundamental.


3. "Lost in translation", (2003). Cuando más se profundiza en la transformación digital, mayores se hacen las divergencias. La incomprensión es grande. La traducción se hace difícil. Hay que dedicar tiempo a aprender lo nuevo. Es como aprender un nuevo idioma.

4. "Parque Jurásico", (1993). No se trata de resucitar a los dinosaurios. Hay que dejar a los expertos, trazar el el plan y las plataformas. Siendo radicales: el web está muerto, Internet está muerto. No me hables de web a estas alturas, háblame de apps, de iot, de ai y de blockhain.

5."Cazafantasmas III", (2016). Una de las primeras ideas es intentar la transferencia del retail al online y viceversa. Pero la conversión es escasa y frustrante en términos de negocio. Otra cosa, son la convergencia tecnológica y la omnicanalidad, que son el estado del arte de la digitalización. Aunque eso requiere una cooperación total entre el mundo analógico y el digital. 

6. "Calma total", (1989). Otro de los errores derivados de la incomprensión del nuevo negocio, es la total falta de sentido de urgencia, que requiere el negocio digital. Las decisiones son lentas o se posponen hasta, que ya no tienen sentido. 

 

7. "No es país para viejos", (2007).  El tradicionalismo marca un ritmo temporal completamente inadecuado para el negocio digital. Se detiene fuera del horario laboral, cuando se trata de una actividad 24/7. Las métricas se monitorizan en tiempo real y los objetivos son diarios. Es como el mercado de valores.  

8. "Memento", (2000). La memoria cortoplacista, hace olvidarse de los proyectos digitales, al final, considerados un esoterismo folclórico. Envidiados por los sectores conservadores, la inercia a seguir con lo de siempre, es aplastante. La transformación digital, debe de tener vida propia, no puede estar supeditada al contexto.

9. "Sin control", (2005). En inglés, más expresivamente "Derailed". La sensación de descarrilamiento. De haber errado en la estrategia. No ganamos dinero, no despuntamos. Y si, demasiado tacticismo, lleva a malos desarrollos. No tomarse en serio las cosas, quedarse a medias en las inversiones, hace que fallen.

10. "Titanic", (1997). Al final de la cadena de errores, sólo queda la sensación, que todo ha sido un fraude. Tanto para la vieja guardia, como para la nueva. Y el experimento puede llegar a hundirse, aunque el capitán no haya siempre podido coger el timón.

Afortunadamente, los roadmaps se pueden corregir a tiempo, pero de lo contrario, esto es lo que pasa. Pero la culpa no es de nadie. Son los usuarios, los consumidores, que reclaman mejores servicios, más poder de decisión, superior experiencia, mayor comodidad de uso. Son ellos, más allá de cualquier proceso empresarial -digitalizado o no-, los que deciden con su caprichoso comportamiento -o menos-, hacia donde va su deseado dinero. ¿Los vamos a escuchar antes de que sea demasiado tarde?

(Publicado inicialmente en Linkedin)

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