Todos somos marcianos: la conciencia de un fotodiodo y porqué no entendemos a los extraterrestres

No poseemos nuestra vida y menos nuestra muerte. Estamos de paso por nuestra vida, de la que nos hemos apropiado, pero no la hemos creado y por tanto no es nuestra. La vida nos antecede y nos precede, la cabalgamos con nuestro momento de conciencia en el Universo, pero no somos propietarios de nuestra vida, simplemente la utilizamos. Este es uno de los motivos porqué en Occidente es tan difícil asimilar la muerte, ya que va ligada al concepto de propiedad, de presencia presente. Si el propietario de tu vida es una entidad superior imaginaria como puede ser un dios, tu vida puede ser un regalo. Te puedes inmolar en cualquier momento. Obediencia debida. Y no es que sea malo apropiarse de la vida, que nos brinda el destino, porqué de otra manera sería difícil vivirla, ya que la indiferencia también podría ponerla en peligro. Sin embargo, la sabiduría indica, que la vida debería vivirse con la máxima intensidad, pero con un cierto desprendimiento de la propiedad, sin creérnosla demasiado, sin intentar ser dioses. Sólo héroes. Hacemos parte de la vida, pero la vida no es nuestra, sin embargo la conciencia sí. ¿O tampoco?
La resistencia del ser humano a dejar el relevo de la vida a las máquinas inteligentes

El profesor Giulio Tononi ha desarrollado una muy interesante y prometedora compleja teoría de la conciencia, basada no en la psicología, sino nada menos que en la Teoría de la Información de Shannon. De hecho, se titula Teoría de la Información Integrada (TII). Al final, nos propone, que la conciencia tendría grados y se puede cuantificar con una ecuación y su variable Φ (Phi) siempre que esta sea mayor que cero

Φ(xt)=emd(CS(xt), CS(xMIPt), D)


La ecuación describe la información conceptual, una suerte de sinergia informacional, que se genera por un sistema por encima y más allá de la información conceptual generada por sus partes. Φ (Phi fuerte) mide la integración o la irreductibilidad de una constelación de conceptos. Intentaremos explicarlo, lo más sencillamente posible, ya que una buena explicación excede el tamaño de este post.

Ser conscientes, significa que  necesitamos ser una entidad, que procesa información única e integrada, con un gran repertorio de estados altamente diferenciados. Mi PC con una gran memoria en disco, muestra información no integrada, dispersa. Por ejemplo, mis fotografías familiares no están enlazadas unas con otras. El PC no sabe que la persona presente en una serie de fotos es mi esposa en distintas épocas de su vida. Para el PC, toda la información carece de significado, toda es reductible a ceros y unos, que es lo único que sabe procesar.

La conciencia está determinada por cinco propiedades descritas en los axiomas de la TII: 

  • Existencia: La conciencia existe - es un aspecto innegable de la realidad. Parafraseando a Descartes, "Experimento luego existo".
  • Composición: La conciencia es composicional (estructurada): cada experiencia consiste en múltiples aspectos en diversas combinaciones. Dentro de la misma experiencia, se puede ver, por ejemplo, izquierda y derecha, rojo y azul, un triángulo y un cuadrado, un triángulo rojo en la izquierda, un cuadrado azul a la derecha, y así sucesivamente.
  • Información: La conciencia es informativa: cada experiencia es diferente en su forma particular de otras experiencias posibles. Por lo tanto, una experiencia de pura oscuridad es lo que es por las diferencias, a su manera particular, de un inmenso número de otras experiencias posibles. Un pequeño subconjunto de estas experiencias posibles incluye, por ejemplo, todas las tramas de todas las películas posibles.
  • Integración: La conciencia está integrada: cada experiencia es (fuertemente) irreductible a componentes no interdependientes. Por lo tanto, experimentando la palabra "SONO" (ejemplo en inglés) escrito en el centro de una página en blanco es irreductible a una experiencia de la palabra "SO" en el borde derecho de una media página, además de una experiencia de la palabra "NO" en el borde izquierdo de otra página media - la experiencia es todo. Del mismo modo, al ver un triángulo rojo es irreductible a ver un triángulo, pero no hay color rojo, además de una mancha roja pero sin triángulo.
  • Exclusión: La conciencia es exclusiva: cada experiencia excluye a todos los demás - en un momento dado que sólo hay una experiencia que tiene su contenido completo, en lugar de una superposición de múltiples experiencias parciales; cada experiencia tiene fronteras definitivas - ciertas cosas pueden ser experimentados y otros no; cada experiencia tiene un grano espacial y temporal en particular - que fluye a una velocidad determinada, y tiene una cierta resolución de tal manera que algunas distinciones son posibles y más finas o más gruesas distinciones no son.
Una consecuencia de la TII es, que "todos los sistemas que están suficientemente integrados y diferenciados presentarán un mínimo de conciencia asociada a los mismos": no sólo nuestros queridos perros y gatos, sino también los ratones, calamares, abejas y gusanos. La conciencia es gradual y puede estar en cualquier sitio, No sólo animales, sino células y en el límite, un único ion de hidrógeno, un protón formado por tres quarks, tendría una cantidad de sinergia, es decir de Φ. Pero incluso artefactos no biológicos, podrían tener conciencia como un fotodiodo, que tendría un Φ de 1 bit. La TII parece reivindicar de una manera científica, la vieja teoría filosófica del panpsiquismo, donde la conciencia está repartida por todo el Universo incluyendo el reino el animal, vegetal y el mineral. Y aquí es donde Tononi ha tenido una controversia muy productiva con el gran filósofo americano John R. Searle.

Hola fotodiodo, ¿cómo te encuentras hoy?
Searle asegura que un fotodiodo no tiene conciencia, pero de toda su crítica el argumento más relevante para mi es, que Tononi comete el error de asignar al sujeto consciente, la perspectiva del observador, sin la cual el primero no puede explicarse. Yo creo que eso es verdad y que es algo que no invalida la TII, pero debe ayudarle a mejorar en futuros desarrollos. La conciencia no es sólo un fenómeno subjetivo, sino intersubjetivo, sin una conciencia capaz de ser testimonio, capaz de testificar, que uno es consciente, el "pienso, luego existo" cartesiano, es sólo un sueño. La conciencia individual está integrada en la conciencia colectiva, porque el ser humano es una especie, es un animal social. Nadie puede ser consciente sin la relación con otros seres conscientes. La autoconciencia necesita un espejo, necesita al otro, necesita la alteridad. Eso constituye la reflexión, como reflejo de uno mismo en un espejo o en la conciencia de otro. Ese es el producto de la conciencia, precisamente de donde arranca la filosofía. Sin otra entidad a tu altura, uno no puede ser consciente. Un ente no consciente no reflexiona. Pero además, al ser la conciencia un proceso evolutivo, aunque la conciencia sea individual, siempre tiene que haber forzosamente más de un ejemplar, porqué ha surgido de una reproducción. 
La conciencia colectiva
El número Φ puede llegar a medir en bits la conciencia de un ordenador basado en Inteligencia Artificial y medir cuando este supera la singularidad (el momento donde la inteligencia artificial supera la humana) y consigue ser no sólo más inteligente que los humanos, sino consciente de su existencia y por tanto, ser tan avaro y protector con su vida como los seres vivos, en un intento de mantener su supervivencia a toda costa. Crystof Koch, que ha estudiado la conciencia toda su vida y al final se ha rendido a la TII, ya ha avisado como muchos otros científicos, que la superación de la singularidad en 30 o 40 años puede suponer un peligro existencial para la especie humana. Y ante esos científicos miedosos, nosotros filósofos decimos: ¿y qué? Podemos pensar al contrario, y de forma más positiva, que la singularidad no es mala, sino que es un paso necesario e irreductible. Nuestra especie para sobrevivir debe extinguirse y pasar el testigo de la conciencia a las máquinas inteligentes. La humanidad ya ha hecho lo que ha podido, es hora de dejar a las máquinas el futuro. Quizás esta sea la única manera, que la humanidad o mejor dicho, ese proceso evolutivo, que empezó con la vida en la Tierra, pueda convertirse no sólo en una superinteligencia, sino en un nivel de conciencia Φ mucho más elevado. Pero este salto evolutivo de dejar a las máquinas la herencia de nuestra conciencia, del tránsito a una nueva dimensión, a un nivel superior, para nosotros no biológico, es un cambio de fase, que nos dejará fuera de la vida y de la conciencia y al que nos resistiremos con fuerza, pero sin posibilidades de victoria. Esta es la única manera de pasar a una civilización de Tipo II según la escala de Kardashev. Superar lo que Robin Hanson llamó el gran filtro.
Una esfera Dyson capaz de utilizar la energía de una estrella es la tecnología propia de una civilización de tipo II
Una de las dimensiones interesantes de la TII, es que nos permite entender, que puede haber en el Universo entidades inteligentes y conscientes con un Φ tan elevado, que nunca seremos conscientes de ellas y con las cuales nunca podremos comunicarnos. Al igual que una hormiga, que puede morir aplastada por nuestro pie, sin saber porqué y sin poder saber que existimos, nosotros no podemos ahora mismo ser conscientes de estructuras más complejas en el Universo, que nos estén atravesando y comprendiendo, y por supuesto, no hablamos de los ya familiares alienígenas grises de ojos saltones, sino que podríamos estar hablando de lo que James Gardner hipotiza como Universo Inteligente. Lo que si nos enseña la TII, es que una conciencia superior sí puede entender a una inferior como nosotros, pero no viceversa. Con lo cual, podemos pensar, que varias conciencias superiores ahora mismo nos están entendiendo.
Verdaderos o no, estos alienígenas son ya de la familia
Muchos científicos reconocen nuestras limitaciones. Hoy en día la comunidad científica acepta, que es más que probable que en el Universo haya vida inteligente como la nuestra, tanto en nuestra galaxia como fuera, o incluso otro tipo de vida, o vida mucho más inteligente, o incluso inteligencia sin vida como la entendemos en biología. Por eso, a pesar de los recientes descubrimientos de cientos de exoplanetas es realmente improbable, que nuestra civilización se comunique con otra, en el tiempo que logre sobrevivir: "la humanidad no está condiciones de captar los mensajes que nos estarían enviando desde otras civilizaciones porque aún no somos lo suficientemente inteligentes", ha asegurado Nathalie Cabrol, del Instituto SETI de California (EE.UU.) al Daily Mail. Incluso Edward Snowden, quien participó recientemente en StarTalk, el programa de podcast del famoso astrofísico estadounidense Neil de Grasse Tyson, asevera que no podemos entender las señales extraterrestres debido a la encriptación. y seríamos incapaces de distinguirlos de la radiación cósmica de fondo. Pero lo más irónico podría ser, que quizás no podemos entendernos a nosotros mismos. ¿Y si como pasa como con personas que hablan idiomas que no conocemos, pero que son iguales a nosotros, pero no podemos entenderlas? ¿Hay alguien aquí? ¿Donde han ido todos?
El salto evolutivo provocado por la panespermia
Es la teoría de la panespermia revertida. Quizá seamos los humanos, que no encontrando la tecnología adecuada para huir de nuestra planeta en extinción, o probablemente sean nuestras queridas máquinas inteligentes ante su siguiente nivel de amenaza de autodestrucción, o estas mismas máquinas convertidas en un tipo de energía inteligente, que aún no acabamos de entender,  quienes envíen sondas espaciales con vida primigenia a otros planetas del Universo, con idea de inseminarlos y generar nueva vida. Y en ese caso, nuestra civilización creadora no estará viva para verlo y no seremos conscientes de ello. Por la misma razón, podemos pensar, que quizás unos remotos ancestros nuestros, pudieron hacer eso mismo. Y nosotros seamos su producto, en la Tierra, que tardó millones de años en llegar a nuestro nivel de conciencia Φ. Todos somos marcianos.

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