No conocemos nuestra patria cósmica, no conocemos nuestros límites. Las resoluciones
5 y
6 de la
IAU (
Documento oficial y
Nota de prensa), establecieron una nueva definición de
planeta, en la que sólo entraban
8 cuerpos celestes:
Mercurio,
Venus,
Tierra,
Marte,
Júpiter,
Saturno,
Urano y
Neptuno. En la nueva categoría de
dwarf planet o "planeta enano" se situó
Plutón y posteriormente a
Eris,
Makemake, Haumea y Ceres, entre los más conocidos, y para el resto de cuerpos celestes, se decidió llamarlos provisionalmente "pequeños cuerpos del sistema solar". En general, se llamó
objeto transneptuniano (
TNO abreviado en inglés) a cualquier objeto del
Sistema Solar cuya órbita se ubica más allá de la órbita de Neptuno. En virtud de una resolución de la IAU de
2008 los planetas enanos transneptunianos, han pasado a denominarse
plutoides. Hasta entonces
pensábamos, que el Sistema Solar se acababa con los planetas, sin embargo ahora sabemos, que el 90% de nuestro Sistema está más allá de estos. Pero tampoco estamos muy seguros de donde se acaba, ya que cada día encontramos más objetos lejanos, que orbitan el Sol.
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El "nuevo" Sisema Solar |
Así que tenemos un nuevo horizonte. Los planetas que estudiamos en el colegio han cambiado. Los que estudian nuestros hijos también. Y es que en los últimos años -por no decir días- nuestros conocimientos respecto a los límites del Sistema Solar, están cambiando radicalmente. Hasta ahora pensábamos, que el límite del Sistema Solar finalizaba en la Heliosfera, es decir, la zona de influencia del llamado viento solar o para entendernos mejor, la zona de influencia de las partículas solares y del campo electromagnético solar. La Heliosfera es como una burbuja, que de alguna manera protege al Sistema Solar de radiaciones extremadamente energéticas, como los rayos cósmicos, así como de cuerpos celestes inestables. Allí, en los confines de las Heliosfera, se encuentra uno de los grandes descubrimientos astronómicos: el
Cinturón de Kuiper, que contiene más de
800 objetos planetoides, llamados
cubewanos y plutinos. Una zona que se fusiona con este cinturón es el subsiguiente
Disco disperso, donde se hallan algunos célebres planetoides como
Sedna. Más allá de este, también se consideran TNO, pero ya en el
espacio interestelar, es decir, fuera de nuestra Heliosfera, después de su último límite llamado
bow shock del
terminal shock (traducido penosamente como "arco de choque del frente de choque de terminación"), los objetos de la enigmática
Nube de Oort.
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La nueva geografía del Sistema Solar |
Esta así llamada nube, -que de momento es una construcción teórica no verificada empíricamente, ya que no disponemos de instrumentos capaces de medir a tan largas distancias-, es una esfera gigante formada por la más extensa y dispersa serie de cuerpos celestes, que gravitan en torno al Sol. Se estima en
billones de objetos. Si billones españoles. Se cree que esa zona es la fuente de todos los cometas de periodo largo como el
Halley. Precisamente, ha sido en la Nube de Oort, donde el 26 de marzo de
2014, se ha descubierto el hasta ahora objeto más lejano de nuestro Sistema Solar, que recibe el bello nombre de
2012 VP113 (medido por el perihelio). Un planetilla de 450 Km de diámetro, presumiblemente rojo y helado, compuesto de metano y dióxido de carbono. La densa esfera formada por la Nube de Oort, constituye otra capa adicional de protección para el Sistema Solar.
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La Nube de Oort y el Sistema de planetas solares al centro |
Y lo que estamos descubriendo en los confines del Sistema Solar es gracias a los datos de la sondas y los telescopios de la
NASA. Al igual que los exploradores del llamado
Nuevo Mundo en el siglo
XV, la
NASA ha enviado varias sondas al espacio para descubrir nuevos datos de nuestro Sistema. En el
1977 se lanzaron las dos sondas
Voyager 1 y
Voyager 2, que actualmente viajan al espacio profundo (
Ver donde están los Voyager en tiempo real), el primero está en el llamado
espacio interestelar, es decir, más allá de la
Heliosfera, siendo la nave no tripulada, que más lejos se haya de la Tierra, y el segundo, se encuentra en la
Heliofunda (en la zona límite de la Heliosfera). La misión
Pioneer 10, lanzada en
1972, cumplió su objetivo de aproximarse a
Júpiter, continuando su periplo más allá de
Plutón, recibiéndose la última comunicación el 23 de enero de
2003. El
Pioneer 11, lanzada en
1973, cumplió con el objetivo de aproximarse a
Saturno, y continuó su periplo, sabiéndose exactamente donde se encuentra, también en los límites del Sistema. Todas estas sondas del tamaño de un lavadora con largas patas, siguen surcando el
Universo con unas placas grabadas (o CD), como un mensaje en una botella, con información de nuestra civilización por si algún día son encontradas por civilizaciones extraterrestres.
Hemos pasado en pocos siglos de la exploración terrestre y la navegación marítima, a la exploración cósmica y a la navegación espacial. Hemos evolucionado de las míticas palabras:
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