Equipos de alto rendimiento: los Almogávares

La palabra "catalán" en albanés ("Katallani") representa a un “monstruo”. Aunque algunos compatriotas puedan pensar, que ese nombre podría ser culpa de algunos "malignos emigrantes madrileños", en realidad, la culpa la tienen los almogávares, que arrasaron en diversas regiones de Europa. Para estos mercenarios, su vida era la guerra. Sentían la llamada del deber (Call of Duty) y eran un ejemplo de táctica de conflicto avanzado (Advanced Warfare). Eran crueles y sanguinarios, pero lo importante para nosotros, es que son un ejemplo precursor de equipos de Alto Rendimiento, de métodos Agile y de organización Lean.

Sin lugar a dudas, los almogávares fueron considerados una de las mejores infanterías de su época. Este tipo de cuerpos de élite o comandos, lo tienen todos los ejércitos contemporáneos. Los almogávares cristianos adoptaron estrategias de los sarracenos (árabes-musulmanes de Al Andalus), para combatirlos. Principalmente, sus miembros fueron aragoneses y catalanes, en representación de la Corona de Aragón. Alcanzaron la mayor fama en la expansión mediterránea, al ponerse al servicio de la Gran Compañía Catalana liderados por Roger de Flor.
Qué vienen los catalanes...
Nacieron de la violencia de la frontera entre el mundo islámico y el cristiano. Muchos pastores para defender sus territorios arrasados por los sarracenos, o huyeron a una vida más tranquila o se convirtieron en guerreros almogávares. A ellos se unieron muchos aventureros, que pretendían vivir del saqueo. Eran mercenarios, pero su remuneración, incluso cuando se ponían al servicio del ejercito regular, era el botín y la alimentación. Pensemos, que el modelo de guerra almogávar de infantería ágil y de alto rendimiento, era completamente disruptivo con respecto al de la época, basado en el dominio de la caballería.
Roger de Flor
Las cualidades de los almogávares pueden ser extrapoladas a los equipos de alto rendimiento en empresas y start up. Es más frecuente encontrar estos equipos entre los emprendedores, pero en muchas empresas grandes se realizan spin off para poder competir en nuevos negocios. Recordemos como Sony creó PlayStation en una empresa completamente separada. Tuvo que crear una unidad de negocio radicalmente nueva y aislada de la matriz, llena de jóvenes locos, con una cultura completamente diferente y con reglas de negocio tan diferentes, que de otra manera no hubieran progresado. Microsoft tuvo que copiar el planteamiento de Sony para hacer la Xbox. Veamos cuales son las cualidades, que los almogávares pueden enseñar al mundo de la empresa de hoy.
Almogávares
  • Aprovechar a los especialistas locales: Utilizaban la orografía a su favor. Eran buenos conocedores del terreno, especialistas del territorio y definían sus tácticas en función de este. Siempre necesitaremos la atención al detalle local, al especialista nativo de un mercado para la captación de clientes.
  • Competir donde nadie lo hace: Luchaban de noche. A diferencia de los ejércitos regulares, gracias a su entrenamiento, eran capaces de combatir en condiciones de extrema dificultad. Hay que buscar las ventajas en aquellos nichos no rentables para las grandes empresas.
  • Competir con simplicidad: A diferencia de la caballería iban siempre de pie. En los inicios la agilidad para cambiar procesos, organización y especialmente el producto es clave. Esto estaría en consonancia con las metodologías Lean, que nos hablan de prescindir de todo lo superfluo y concentrase en un producto viable mínimo
  • Agilidad: No utilizaban coraza, lo que les daban una grandísima agilidad y movilidad. Prescindir de la coraza te hace vulnerable, pero mucho más ágil y competitivo. Tomar más riesgos, que la competencia en los inicios de un proyecto es de gran importancia.
  • Evitar la jerarquía y la burocracia: Formaban grupos autónomos. Seguían las directrices pero las adaptaban a las circunstancias. No tenían que esperar ordenes, ni preguntar a nadie. Los equipos para ser eficientes se deben autoregular como en las técnicas Agile
  • Equipos de alto rendimiento Se organizaban en grupos pequeños de cinco a quince hombres. Otra característica de los equipos Agile, más efectivos.
  • Organización plana: La jerarquía estaba formado por 3 niveles. El Adalid, estratega y jefe supremo, encargado de definir la estrategia y la logística. El Almocatén, capitán o jefe de equipo. Y finalmente, los soldados. 3 niveles son suficientes en la mayoría de casos, si se quiere conseguir una gran compenetración y alienación con las directrices de negocio.
  • No rehuir el enfrentamiento: Preferían la guerra abierta. En muy raros casos utilizaban formaciones grupales en los que se defendían unos a otros. En general, batallaban solos. Cada persona tiene que llevar en su esencia las directrices del negocio y debe competir en su parcela.
  • Utilizar el factor sorpresa: Utilizaban el factor sorpresa para atacar a las guarniciones enemigas y para interceptar sus convoyes. El factor sorpresa va unido al secreto y a la seguridad. Algo fundamental para que la sorpresa sea efectiva. A parte del ataque en sí mismo, el enemigo no está preparado para la sorpresa y es desmoralizante.
  • Estar preparado para competir en condiciones extremas: Normalmente llevaban una bolsas con provisiones de pan para 2 o 3 días. Pero estaban preparados con técnicas de supervivencia, por lo que podían alimentarse de hierbas de los campos durante días. Hay que estar preparado para competir en condiciones de escasez presupuestaria.
  • Atacar los puntos débiles: Los almogávares reconocían mediante el espionaje y el avistamiento avanzado, el terreno por donde avanzaba el ejército, ubicándose en la vanguardia y los flancos para atacarlos por su punto más débil. La inteligencia de negocio debe permitirnos identificar los puntos débiles de la competencia y concentrar nuestros esfuerzos allí.
  • Utilizar herramientas simples: Iban provistos de armas ligeras: una de lanza corta (azconas), dos venablos, con capacidad de perforar los escudos enemigos, un cuchillo largo (coltell) y a veces, un pequeño escudo redondo. Con el tiempo también sumaron ocasionalmente un cubrecabezas (capells de rets) y cota de malla. Su arma principal era el alfanje, especie de espada corta, que llevaban colgando de una correa. Para organizarse, basta con pocos protocolos y herramientas simples, que se puedan poner en marcha con rapidez.
  • Motivación ante todo: Los capitanes se caracterizaban por tener motivación y saber motivar a sus compañeros. Como los deportistas de hoy gritaban sus lemas. El suyo: "Aur, aur... Desperta ferro" ('escucha, escucha...Despierta, hierro). Que decir, que este es un tema básico de la gestión de equipos. Una buena cultura empresarial puede ayudar mucho en este sentido. 
  • La reputación es una arma en sí misma: Hacían que la reputación les precediera, eso era media batalla ganada. Siempre llevaban consigo una buena piedra para hacer fuego, con la que antes de entrar en batalla solían golpear sus armas, por lo que estas echaban unas enormes chispas, que unidas a sus terribles gritos, aterrorizaban a sus enemigos. Crear una reputación y aprovecharse de ella es muy importante.
  • Eran hipsters Llevaban la barba crecida y vestían pobremente.
Escudo de armas
Los almogávares fueron uno de los peores ejemplos de la bondad humana: eran crueles, violentos, alboratadores, violadores, etc. Sin embargo, desde el punto de la eficiencia recogieron innumerables éxitos y fueron un ejemplo organizativo y táctico a seguir. Eran una máquina de matar. Como hemos dicho ya, muchos ejércitos contemporáneos siguen su ejemplo. Pero no sólo eso, si no que ya existe una variada literatura de autoayuda empresarial, que nos propone adaptar las técnicas militares al mundo de los negocios. Como Carrison, D. y Walsh,R. Semper Fi: Business Leadership the Marine Corps Way o Blaber, P. The Mission, the Men, and Me: Lessons from a Former Delta Force Commander.

Nuestra pequeña contribución siguiendo la vía catalana.

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