"La experiencia me enseñó que cuanto ocurre frecuentemente en la vida ordinaria es vano y fútil; veía que todo lo que para mí era causa u objeto de temor no contenía en sí nada bueno ni malo, fuera del efecto que excitaba en mi alma: resolví finalmente investigar si no habría algo que fuera un bien verdadero, posible de alcanzar y el único capaz de afectar el alma una vez rechazadas todas las demás cosas; un bien cuyo descubrimiento y posesión tuvieran por resultado una eternidad de goce continuo y soberano", Spinoza, Tratado de la reforma del entendimiento, 1.
1. Sobre los principios universales de los tratados sobre tratados
Nos queremos adentrar en una nueva disciplina, que es la de hacer un tratado de tratadología o disciplina de cómo hacer tratados de tratados. El tratado sobre los tratados debe determinar como desarrollar un tratado de una manera lógica y constructiva. Pero es difícil hacer un tratado sobre los tratados sin haber tratado un tratado de tratados. Sin un modelo del tratamiento de los tratados, tratar sobre lo tratado, es imposible sin tratar lo tratable.
La tratabilidad de lo tratable se muestra intratable en un primer tratamiento. Por eso, tratar sobre lo tratable en tratados, supone una recursividad infinita, que no trata del trato del tratado, sino más bien del tratamiento de lo tratable. Sin embargo, todo comienzo supone un salto en el trato de lo tratado. Las reglas del tratamiento de la tratabilidad se autodisponen a su traslación del tratamiento sin mesura dialéctica. Hay que vigilar como se establecen las condiciones de posibilidad del tratamiento para tratar al tratamiento, de lo contrario, el tratar se vuelve intratable una vez más.
Definitvamente, la definición de las normas de establecimiento de un tratado no se pueden tratar si no existe previamente un tratado para tratar los tratados. A pesar de ello, apelando al único recurso de la invención, romperemos el trato del tratado retratando como debe ser un tratado, que trate de como hacer los tratados de los tratados.
La tratabilidad de lo tratable se muestra intratable en un primer tratamiento. Por eso, tratar sobre lo tratable en tratados, supone una recursividad infinita, que no trata del trato del tratado, sino más bien del tratamiento de lo tratable. Sin embargo, todo comienzo supone un salto en el trato de lo tratado. Las reglas del tratamiento de la tratabilidad se autodisponen a su traslación del tratamiento sin mesura dialéctica. Hay que vigilar como se establecen las condiciones de posibilidad del tratamiento para tratar al tratamiento, de lo contrario, el tratar se vuelve intratable una vez más.
Definitvamente, la definición de las normas de establecimiento de un tratado no se pueden tratar si no existe previamente un tratado para tratar los tratados. A pesar de ello, apelando al único recurso de la invención, romperemos el trato del tratado retratando como debe ser un tratado, que trate de como hacer los tratados de los tratados.
2. Sobre las partes articulares de la ciencia de la tratadología
La ciencia de la tratadología debe dividirse en partes claras y concisas. No es lo mismo hacer un tratado para hacer tratados, que otro de hacer un tratado para hacer tratados de tratados. La metacomprensión de la intertextualidad intrinseca nos permite definir los apartados constituitivos del texto:
1. Sobre los principios universales de los tratados sobre tratados
2. Sobre las partes articulares de la ciencia de la tratadología
3. Sobre el propósito revelado de la tratadología
4. Sobre los beneficios de la tratadología como virtud ejemplar
Sin esas subdivisiones un tratado de tratadología no podría explicar como desarrollar un tratado de tratados con una mínima objetividad y normatividad. Todos los componentes parciales deben ser explicados con extrema claridad y sencillez para hacer parte de la parte. La textualidad del tratado debe contextualizarse según cada parte, con un trato diferenciado.
3. Sobre el propósito revelado de la tratadología
El propósito de la tratadología no es otro, que el que el mismo no puede definir como propósito. Por eso, necesitamos centrar el foco de la tratadología en su propósito oculto y revelarlo. La revelación del despropósito del propósito es proponerse proponer el propósito del tratado de tratadología. Tarea hercúlea en la que no desfallecemos para perpetuar una ciencia decimonónica. Sin embargo, la revelación del tratamiento tratadológico no puede destratar la pretratadología tan necesaria como ambigua.
4. Sobre los beneficios de la tratadología como virtud ejemplar
La tratadología no es tan solo una pura disciplina intelectual, sino que es una guía para la vida práctica, induciendo claridad en el horizonte textual. Es en una gran parte, didáctica del texto del vida. Por eso la tratadología tiene validez en otros campos del saber y del tratamiento práctico. Su beneficio es diáfano en la virtud tratada. La singularidad del objeto tratado convierte al devenir de la realidad, en un texto codicioso, que se autoconstruye en la tratabilidad de la cotidianidad, como un deseo presente en la representación tratante de la intratratabilidad consensuada. Así como dibujando el retrato del trato tratado en la tratadología. Nada como la tratadología permite el goce continuo y soberano. Confiamos en que tu vida y tu obra se puedan desarrollar como un tratado según las normas más eficentes de la tratadología más sabia.
Anexo. Aforismos finales de tratadología
Algunas frases capitales sobre el arte de hacer un tratado de tratados de verdad:
- Para que un tratado sea un buen tratado tiene que estar bien tratado.
- El tratamiento del trato del tratado tiene que tratarse con buen trato.
- Todo retrato en el tratado debe ser retratado con contrato.
- Encontrar una entrada en el tratado que sea intratable puede ser maltrato.
- El sustrato del tratado nunca puede ser más ligero que los estratos superiores.
- No es necesario llegar a la estratosfera para tratar de los temas tratados.
- Un tratado demasiado personal puede llegar a ser un autoretrato.
- Tratar el canto del castrato es tratar siempre sobre del amor perdido.
- El precontrato impetratorio de un portaretrato es un buen trato para tratarse de entrada.
- El frustratorio del adstrato nos lleva a aprender nuevas lenguas intratables.
- Si sales con citrato, nitrato o tartrato no trates de endulzar su trato.
Esperamos que este ensayo haya sido de gran utilidad para escribir cualquier tipo de tratado, sobre cualquier disciplina disciplinada o disciplinante. Para que luego digan que la filosofía no es útil...