El indiscutible desprestigio del periodismo twitero

A estas alturas de la civilización, discutir el prestigio de la filosofía es como quemarse a lo bonzo. Eso es lo que hace el ilustre periodista Ramón Gonzalez Férriz en el aberrante artículo/post "Ensimismada y desconectada, el discutible prestigio de la filosofía" en El Confidencial (no podemos poner el link por ley).

En el subtitulo, 'En el café de los existencialistas', de Sarah Bakewell, retrata a los filósofos como estrellas del rock. Ahora han perdido su terreno frente a la autoayuda o la psicología, hace referencia al libro de la filósofa Bakewell. Pero este libro es completamente extra-filosófico, divulgativo, histórico, costumbrista, anecdótico, periodístico y se circunscribe al etéreo movimiento  del existencialismo, en el que mezclar al farsante de Sartre, con la profundidad de Heidegger es una auténtica infamia. Se centra en la vida de los filósofos, no en la filosofía propiamente dicha. Lo cual es claramente irrelevante para la filosofía. Aunque sea un gran libro. La vida de los filósofos considerados como estrellas del rock es mitomanía, no filosofía. El culto al "intelectual" francés, existencialista, fue una moda cultural. Por mucho que se esfuerce Bakewell, la vida de los filósofos ha sido sumamente aburrida. El colmo fue Kant, que sólo una vez salió de su ciudad natal y que cada día seguía la misma rutina, el mismo paseo, a la misma hora y con el mismo itinerario. Tan sólo un día absorbido por la lectura de Rosseau faltó a su cita. En fin, no por eso nadie duda del inmenso valor de la filosofía kantiania y la extrema influencia que tuvo en todo tipo de disciplinas,

Pero centrémonos en Ramón.
"la filosofía ha sido durante las últimas décadas una disciplina básicamente encerrada en la academia, incomprensible para la mayoría de la población y muy desconectada de la realidad política a pesar de sus intentos de estar en ella, sobre todo entre la nueva izquierda". 
Cierto. Completamente de acuerdo. Pero no tiene la menor importancia. Filosofía no es divulgación científica, ni autoayuda, no está hecha para el gran público, al igual que los tensores de Feynman tampoco, y nadie lo critica, ni le importa. Sin embargo, el eterno error es pensar que por ello, no influye en la realidad. Lo hace a través de su acción directa en los metarelatos sociales.
"Con mucha frecuencia, profesores y ensayistas nos recuerdan que la filosofía es imprescindible para que los ciudadanos se conozcan a sí mismos, sean libres y críticos, jueguen un papel consciente en una sociedad democrática y velen por esta con las herramientas del pensamiento y la deliberación. Pero esto es en parte mentira".
No lo es. La filosofía tiene que ver con el pensar, pero lo que no se llega a entender es que el objetivo del pensar es comprender, no tomar decisiones, no analizar, no conocer, sino comprender como comprendemos, como somos, como actuamos, deconstruyendo y reconstruyendo discursos, dudando del orden establecido, de la sumisión a la que nos resignamos sin saberlo. La filosofía es un saber del no saber, no un amor filantrópico por el saber, sino el proceso de la comprensión de la realidad por medio de la autocomprensión. Si no es el saber absoluto, es el proceso de saber el saber absoluto, de intentar pensar el saber absoluto, de desear ser uno con la realidad y llegar saberlo todo. Ser incluso Dios. Pero como la filosofía sabe que el saber absoluto es imposible, el intentar saberlo todo, se convierte en un proceso, un ideal regulativo donde el pensar se convierte en la única práctica infinita posible, en el amor por el saber, en un deseo. La filosofía te da lo que promete, entendernos como ser es humanos finitos y tener un saber relativo, una comprensión parcial, pero útil y necesaria, para dar sentido a nuestras vidas. 
"la filosofía ha sido también, desde su fundación hace 2.400 años, un máquina de producir excusas para los regímenes dictatoriales, el asesinato de estado o de los revolucionarios y la aniquilación de derechos".
Esta es quizás la tontería más grande del artículo. La verdad es que en la filosofía, la política se reparte de manera variopinta por las diversas ideologías, tanto como fundamento, que como crítica. Marx o Bakunin, son un buen contraejemplo, pero también Stuart Mill o Foucault.
"Seguramente es un error ignorarla, pero también lo es ignorar que con frecuencia ha sido una herramienta para el mal extremo".
Hace mucho daño no estudiar filosofía, porqué uno no percibe su propia ignorancia. La filosofía es un sistema, no se puede rechazar leyendo un par de libros, ni diez, requiere años de lectura concienzuda, al igual que no se puede tumbar la Teoría de la Relatividad, sabiendo ecuaciones de primer grado, como te las enseñan en bachillerato. Es como criticar el ajedrez porqué no utiliza las reglas de las damas, ya que es el mismo tablero...
"O los tertulianos, claro está, los filósofos de nuestra época".
No esperábamos menos de un anti-filósofo, que no entendía a Hegel en su juventud y ahora menos. Esto es un insulto, directamente. Con lo cual está fuera del tópico en discusión.
"Para la mayoría de la gente, la filosofía es esa cosa que se debe estudiar en el bachillerato -al menos así fue para los de mi edad- pero que no se entiende. Hoy tengo dificultades muy serias para comprender a Hegel, a Kant o a Wittgenstein; con dieciséis años simplemente me parecían un tostón. Y eso que la filosofía es muy importante para mí".
Te compadecemos Ramón. Otra cosa no podemos decir. Sigue escribiendo buenos artículos, pero deja la filosofía para los profesionales o al menos, los vocacionales.
"La filosofía académica ha tendido a olvidar que, si no es útil para la vida, no sirve para nada. Su ensimismamiento la ha condenado".
Cualquier filósofo está harto de oír este pseudo-argumento sobre la inutilidad de la filosofía. Será que la gente no puede vivir sin conocer la Ecuación de Schrödinger, imprescindible para dar de comer a un gato, o el Principio de indeterminación de Heisenberg, tan útil a la hora de cocinar chistorra. La filosofía es acción discursiva y su utilidad es también discursiva. pero por desgracia, los discursos son la única realidad en la que vive el ser humano. Para la filosofía no hay acción física sin un contexto de pensamiento, no hay posible significado sin precomprensión, no hay vida sin significado. Cuanto mayor es la comprensión, mayor es la acción, mejor el significado. Algunos dicen que la realidad es un holograma, pero el holograma es el lenguaje.
"Ahora hay cosas nuevas e interesantes, pero la autoayuda, la economía o la psicología le han robado sus funciones. No es preocupante. Pero no se dejen engañar: que uno sea filósofo no es sinónimo de nada bueno. El mejor ejemplo son los existencialistas. Quizá envidiemos sus vidas llenas de sexo, pasión, alcohol y tabaco. Pero casi todos se equivocaron en casi todo".
Me imagino a Ramón pasto de los libros de autoayuda, prefieriendo el Prozac (y no es un filósofo, aclaro) que a Platón. Pero hay otras opciones. Si hubiera leído el Tractatus logico-philosophicus de Wittgenstein, especialmente la proposición 7"sobre lo que no podemos hablar debemos guardar silencio", quizás nos habríamos evitado este desconcierto. Que casi todos se equivocaron en casi todo, es una afirmación gratuita, un juicio no argumentado, absolutamente perverso. Lo que hace es reconfortar a los ignorantes en su ignorancia y a persistir en ella. Estamos tranquilos, no hay nada que sirva en la filosofía y encima es errónea, pues a la basura, a la Trump.

Seguro que las redes sociales aplaudirán a nuestro Ramón, encantados con la débil burla y la fresca superficialidad, pero como decía el gran Umberto Eco:
"Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas". 

Comentarios

Tienda